lunes, 15 de junio de 2009

Sacándole el jugo a los móviles


Arturo Muente-Kunigami
ICT Policy Specialist
Global Information and Communications Technologies
The World Bank

Piensen en esto: actualmente, existen 21.8 millones de suscriptores móviles en el Perú. 922,000 nuevos suscriptores fueron registrados durante el primer trimestre de 2009. Esto quiere decir que cada 8 segundos un nuevo suscriptor móvil se sumó a esta red. Al 31 de marzo de 2009, había 78 subscriptores por cada 100 habitantes y 80% de los distritos del Perú tenían cobertura móvil.

Las redes móviles son cada vez más rápidas. La tecnología de tercera generación (3G), que actualmente está siendo utilizada por los operadores en Perú permite que en promedio los usuarios puedan acceder a velocidades de 700 – 800 kbps (aquí se puede ver un interesante reporte sobre velocidades de “bajada” en distintos países del mundo). El potencial sin embargo es mucho mayor, especialmente con la llegada de redes de cuarta generación que permitirían más de 100Mbps (en teoría).

Finalmente consideremos los equipos terminales. Los equipos móviles tienen cada vez mayor capacidad y los llamados “smart phones” cuestan cada vez menos e incluyen pantallas más grandes, sensibles al tacto y fáciles de usar. El software que ahora se utiliza ofrece muchas más funciones que antes, incluyendo la posibilidad de crear un número infinito de aplicaciones “a la medida”.

En resumen, contamos ahora con una plataforma que llega a más del 80% de la población del Perú y con la que podemos (si no ahora en un futuro cercano) intercambiar datos a alta velocidad. Sin embargo, la mayoría de servicios que se ofrecen actualmente en estas plataformas están relacionados a entretenimiento o usan el teléfono móvil como un canal complementario a otros existentes. Si pensamos en aquel segmento de la población para el que su teléfono móvil es el único medio de acceso, y pensamos en servicios que pueden crear un mayor impacto en su bienestar y desarrollo, las oportunidades son infinitas.

Servicios de Información. Un servicio que ya existe en Perú y que genera enormes beneficios a pesar de su simpleza, es el de información de precios de productos. Agricultores, productores, pescadores, entre otros, que encontraban muy difícil fijar el precio de sus productos a los intermediarios, ahora tienen esa información en tiempo real. Uno de los estudios más conocidos en este tema (Jensen, 2007) analizó el impacto de la introducción del servicio de telefonía móvil en un grupo de aldeas de la costa del sur de India y básicamente demostró que luego de introducido el servicio se redujeron la dispersión en precios finales y el exceso de inventarios, mientras que aumentaron los ingresos del pescador promedio y el bienestar. Existen servicios basados en mensajería de texto que generan similares beneficios y no requieren de redes de tercera generación.

Servicios Financieros. En el mundo, existen cuatro billones de subscripciones móviles, y sólo un billón de cuentas bancarias. Muchas empresas alrededor del mundo han lanzado servicios de banca móvil cada vez más complejos que complementan los servicios y canales existentes, pero existen pocos casos en los que la red móvil se ha planteado como el único o principal punto de contacto con los clientes. Este simple cambio de enfoque (pero que conlleva todo una nueva propuesta desde el punto de vista comercial) amplia la base de clientes y crea mayor fidelidad entre usuarios móviles. El caso de Filipinas es usualmente el más comentado, pero existen otros casos en África también (por ejemplo, aquí). CGAP (www.cgap.org) también ha documentado otros casos interesantes.

Educación. El uso de la plataforma móvil en educación aún es limitado y controversial. Hace poco, infoDev y la UNESCO lanzaron un debate sobre la conveniencia del uso de teléfonos móviles o computadoras en educación (http://www.edutechdebate.org), donde se pregunta si la telefonía móvil podría ser mejor que una computadora como herramienta de aprendizaje. Existe aún poca investigación al respecto. Recientemente se publicó el libro “Mobile Learning: Transforming the Delivery of Education and Training”, el cual demuestra que este campo aún está en una etapa muy incipiente pero que tiene mucho potencial (se puede descargar el libro en formato electrónico aquí). Muchas universidades a nivel mundial han incluido servicios sobre plataformas móviles para complementar los contenidos impartidos en clase (la Universidad de Duke ofrece algunos ejemplos aquí).

En fin, las oportunidades para llevar mejores servicios de calidad a más personas son interminables. El parlamento del Gobierno de Estonia aprobó el año pasado la posibilidad de usar teléfonos móviles para votar durante las elecciones de 2011 (usando chips GSM especiales y encriptadas). En Pakistán, el gobierno ha iniciado la implementación de una tarjeta de identidad con información biométrica y relacionada a un número móvil (véanlo como que su DNI se transforma en un teléfono y el número del DNI es el número de teléfono). El municipio de La Florida en Uruguay ha creado una plataforma móvil para todos los servicios que brinda, de manera que cualquier ciudadano puede acceder a los servicios ofrecidos por el municipio 24 horas al día. En varios países se está estudiando la posibilidad de utilizar el teléfono móvil para recolectar información en línea y en tiempo real, ligada a programas de transferencias directas condicionadas.

Las redes inalámbricas en general ofrecen a empresas y gobiernos acceso a un segmento del mercado que hasta ahora estaba “muy lejos” y al que llegar con algún tipo de oferta era “muy costoso”. Con un poco de imaginación y compromiso, podemos ofrecerles servicios de gran valor.

Los comentarios vertidos son exclusivamente del autor y no reflejan la opinión del Grupo Banco Mundial o los gobiernos que éste representa.

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