Por Alex Salas, MBA, Universidad Adolfo Ibañez
Pragmaconsult, Chile
Los Gobiernos Regionales constituyen en la actualidad espacios potenciales de desarrollo para todos los peruanos. Que los presidentes regionales sean elegidos por el voto popular implica una dinámica regional estrecha, intensa y donde el accountability deja de ser una actividad de forma para constituirse en uno de los pilares para la gobernabilidad subnacional. Esto es una ventaja sustancial frente a otros países. Por otra parte, la delegación de la toma de decisiones en materia de provisión de bienes y servicios públicos se transfiere a un nivel subnacional, que independientemente de las capacidades técnicas, son quienes viven su realidad y quienes pueden identificar las soluciones de mayor impacto y de mayor viabilidad. No obstante, el proceso de descentralización en Perú debe superar varios desafíos.
El desafío económico. Durante los siguientes años, los gobiernos subnacionales deberán demostrar que son capaces de generar mayor impacto en el manejo de la economía regional frente a las alternativas tradicionales provenientes desde Lima. Esto implica aceptar como región, que se cuentan con todas las capacidades de un pequeño país, que puede conectarse directamente con el mundo y que debe comparar su desempeño con sus competidores directos, sean estos países, gobiernos subnacionales de éstos o ciudades. No compararse con Lima. Una región como Arequipa o La Libertad tiene todas las condiciones para incrementar su Producto Interno Bruto y superar en algunos años y en menos de una generación a países como Panamá o Bolivia. Alcanzar estas metas establece condiciones excelentes para el desarrollo social.
El desafío técnico. El aprovechamiento de las oportunidades dependerá de la calidad del capital humano existente y la calidad de las redes globales que se puedan establecer. Si bien cada vez es más atractivo para un profesional la idea de dejar Lima para trabajar en una región del país, aún hay muchas oportunidades concretas de desarrollo en regiones que se ven truncadas por la falta de profesionales y especialistas. Si se quiere aprovechar la coyuntura y las élites técnicas centrales no se encuentran dispuestas a aprovechar estas oportunidades, entonces las regiones deberán hacer un esfuerzo por importar capital humano profesional y especializado desde otros países.
El desafío ético. Tiene que ver con la decisión en el nivel central de permitir que se aprovechen las oportunidades, no vetar las iniciativas subnacionales por prejuicio o “prevención de la corrupción”, ni que las bases políticas y empresariales residentes en Lima sean intermediarios necesarios para poder acercarse a las regiones del país. En mi opinión, este es el cambio más difícil pero necesario.
Perú es un concepto, con límites imaginarios y emocionales, principalmente administrados desde Lima. Poder aprovechar la oportunidad de la descentralización es incorporar a casi 18 millones de peruanos en el sinceramiento y perfeccionamiento de ese concepto para que Perú sea una realidad en cada kilómetro cuadrado de su superficie, una fuerza emocional dentro de cada ciudadano y una oportunidad tangible para todos nuestros hijos.
Pragmaconsult, Chile
Los Gobiernos Regionales constituyen en la actualidad espacios potenciales de desarrollo para todos los peruanos. Que los presidentes regionales sean elegidos por el voto popular implica una dinámica regional estrecha, intensa y donde el accountability deja de ser una actividad de forma para constituirse en uno de los pilares para la gobernabilidad subnacional. Esto es una ventaja sustancial frente a otros países. Por otra parte, la delegación de la toma de decisiones en materia de provisión de bienes y servicios públicos se transfiere a un nivel subnacional, que independientemente de las capacidades técnicas, son quienes viven su realidad y quienes pueden identificar las soluciones de mayor impacto y de mayor viabilidad. No obstante, el proceso de descentralización en Perú debe superar varios desafíos.
El desafío económico. Durante los siguientes años, los gobiernos subnacionales deberán demostrar que son capaces de generar mayor impacto en el manejo de la economía regional frente a las alternativas tradicionales provenientes desde Lima. Esto implica aceptar como región, que se cuentan con todas las capacidades de un pequeño país, que puede conectarse directamente con el mundo y que debe comparar su desempeño con sus competidores directos, sean estos países, gobiernos subnacionales de éstos o ciudades. No compararse con Lima. Una región como Arequipa o La Libertad tiene todas las condiciones para incrementar su Producto Interno Bruto y superar en algunos años y en menos de una generación a países como Panamá o Bolivia. Alcanzar estas metas establece condiciones excelentes para el desarrollo social.
El desafío técnico. El aprovechamiento de las oportunidades dependerá de la calidad del capital humano existente y la calidad de las redes globales que se puedan establecer. Si bien cada vez es más atractivo para un profesional la idea de dejar Lima para trabajar en una región del país, aún hay muchas oportunidades concretas de desarrollo en regiones que se ven truncadas por la falta de profesionales y especialistas. Si se quiere aprovechar la coyuntura y las élites técnicas centrales no se encuentran dispuestas a aprovechar estas oportunidades, entonces las regiones deberán hacer un esfuerzo por importar capital humano profesional y especializado desde otros países.
El desafío ético. Tiene que ver con la decisión en el nivel central de permitir que se aprovechen las oportunidades, no vetar las iniciativas subnacionales por prejuicio o “prevención de la corrupción”, ni que las bases políticas y empresariales residentes en Lima sean intermediarios necesarios para poder acercarse a las regiones del país. En mi opinión, este es el cambio más difícil pero necesario.
Perú es un concepto, con límites imaginarios y emocionales, principalmente administrados desde Lima. Poder aprovechar la oportunidad de la descentralización es incorporar a casi 18 millones de peruanos en el sinceramiento y perfeccionamiento de ese concepto para que Perú sea una realidad en cada kilómetro cuadrado de su superficie, una fuerza emocional dentro de cada ciudadano y una oportunidad tangible para todos nuestros hijos.
2 comentarios:
Alex excelente artículo, con gran claridad has sintetizado los desafios que tiene el Perú.
Con el que más me identifico es con el segundo, el desafio técnico. Estudio ingeniería pesquera y obviamente nuestro desarrollo profesional está en las provincias ya que tienen un potencial enorme. Pero las condiciones de vida fuera de Lima son duras y tan aburridas que a veces uno prefiere quedarse en la capital.
Personalmente hablando, soy joven y puedo y quiero soportar esa vida dura, pero tengo la seguridad que terminaré en un puesto de ventas o marketin (como le sucedió a mi hno mayor que estudio industrias alimentarias por 6 años para que a 4 años de haber egresado sea gerente de marketin de un empresa internacional de cigarros), ya que no es duro, ni aburrido y para colmo: pagan mejor
Estimado, toda la razón del mundo. pero recuerda que la existencia es una finanza de generaciones de personas, los sacrificios que NO tomamos hoy lo pagan nuestros hijos. El dilema que justificadamente planteas es un legado de nuestros padres. Tú decides si rompes o no el eslabón!
un abrazo,
Alex
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