Carlos Rueda
www.peruvian-americans.tv
El blog de Lared de peruanos (www.laredperuanos.blogspot.com) es una maravilla pues se pueden encontrar distintas verdades sobre lo que el Perú necesita hacer. Todas iluminadas y discutibles. Aquí contribuyo con la mía, que no es fruto de mi profesión o de mis estudios, sino de mis experiencias vitales de ser un peruano "pata de perro", es decir, viajante.
Las diferencias entre personas están por todos lados: en los salarios, en las regiones de las que provenimos, en como nos vestimos, en los colegios a los que fuimos, en nuestros rasgos físicos, en nuestra manera de hablar, en lo que hacemos en el verano, en el distrito donde vivimos, en nuestros círculos de amigos... por todos lados. Sin embargo, eso pasa, ha pasado y seguirá pasando en todo el mundo; en algunos lugares menos que en otros, claro. Es inevitable que los seres humanos deseemos diferenciarnos de otros pues es parte de construir nuestra propia identidad: "yo prefiero parecerme a XXX y no tanto a YYY". Y con eso comenzamos a elegir, relacionarnos, comprar, o hasta mudarnos.
Desde que salí de la Universidad, hace unos 4 años, he viajado cuanto he podido, siempre dentro de nuestro continente. Luego de haber visitado alrededor de 25 ciudades fuera de nuestro país he encontrado lugares mas pobres que en el Perú, como Uyuni, en Bolivia, donde poblados enteros viven literalmente de un "chorrito" de agua y todo se raja, incluyendo la piel de los niños; y otros mas ricos, como algunas hermosas mansiones en Georgetown, DC.
En Bogota, La Habana, Buenos Aires, Washington, Santiago, La Paz, claro que existen diferencias, pero he tenido la impresión de que son algo mas "planas" que la peruana. Sin tanta diferencia entre quien compra y quien atiende; entre quien maneja el taxi y quien lo toma; entre el mesero y el comensal. Me ha pasado a menudo en estas ciudades que bien podrías invertir el rol en las personas y no percatarte de la diferencia. No obstante, como mencione, tengo la impresión de que en el Perú -en comparación con otros países- esto casi no podría suceder. Y, como consecuencia de ello, el natural deseo por diferenciarse también se acrecienta. Es igual de discriminatorio y aberrante el que un congresista hable en quechua ante el pleno nacional, como el poner reglas a las empleadas para bañarse en la playa. Creo que es un mal (o tara) disperso en nuestra sociedad.
¿Tiene esto repercusiones en el desarrollo? Yo creo que si, y por eso lo escribo en este blog. A un sabio y muy conocedor amigo mío le pregunte varias veces: ¿por que cuando escuchas a los lideres chilenos (militares, políticos, empresarios) hablar de lo que quieren de su país existe siempre un común resonador? Por que los chilenos, por ejemplo, han podido articular una visión común y no lo hemos podido hacer en el Perú? Su respuesta siempre fue: "es que en Chile todos estos se conocen desde pequeños pues van a los mismos colegios". Una conclusión errada seria querer ser como Chile o mezclar obligatoriamente a los escolares. Sin embargo, me surge la pregunta: ¿cuáles son, para el Perú, esos espacios sociales comunes en los que en principio somos "diferentes" estrechamos amistades, aprendemos juntos y conversamos sobre el Perú?
Me preocupa ello pues tengo también la impresión que a pesar del relativo éxito económico de los últimos años, no hemos podido contribuir a disminuir esta tara, sino lo contrario. El gasto de bienes de lujo en el Perú ha aumentado muchísimo, así como propuestas políticas como Ollanta Humala han fortalecido sus bases. Nosotros los peruanos que vivimos o hemos vivido en el exterior y que somos conscientes de esta tara deberíamos hacer el intento de despertar a nuestra sociedad (empezar por nuestros amigos y familias) de lo perjudicial de ello para nuestro país.
Esta es mi verdad sobre lo que le falta al Perú.
Las diferencias entre personas están por todos lados: en los salarios, en las regiones de las que provenimos, en como nos vestimos, en los colegios a los que fuimos, en nuestros rasgos físicos, en nuestra manera de hablar, en lo que hacemos en el verano, en el distrito donde vivimos, en nuestros círculos de amigos... por todos lados. Sin embargo, eso pasa, ha pasado y seguirá pasando en todo el mundo; en algunos lugares menos que en otros, claro. Es inevitable que los seres humanos deseemos diferenciarnos de otros pues es parte de construir nuestra propia identidad: "yo prefiero parecerme a XXX y no tanto a YYY". Y con eso comenzamos a elegir, relacionarnos, comprar, o hasta mudarnos.
Desde que salí de la Universidad, hace unos 4 años, he viajado cuanto he podido, siempre dentro de nuestro continente. Luego de haber visitado alrededor de 25 ciudades fuera de nuestro país he encontrado lugares mas pobres que en el Perú, como Uyuni, en Bolivia, donde poblados enteros viven literalmente de un "chorrito" de agua y todo se raja, incluyendo la piel de los niños; y otros mas ricos, como algunas hermosas mansiones en Georgetown, DC.
En Bogota, La Habana, Buenos Aires, Washington, Santiago, La Paz, claro que existen diferencias, pero he tenido la impresión de que son algo mas "planas" que la peruana. Sin tanta diferencia entre quien compra y quien atiende; entre quien maneja el taxi y quien lo toma; entre el mesero y el comensal. Me ha pasado a menudo en estas ciudades que bien podrías invertir el rol en las personas y no percatarte de la diferencia. No obstante, como mencione, tengo la impresión de que en el Perú -en comparación con otros países- esto casi no podría suceder. Y, como consecuencia de ello, el natural deseo por diferenciarse también se acrecienta. Es igual de discriminatorio y aberrante el que un congresista hable en quechua ante el pleno nacional, como el poner reglas a las empleadas para bañarse en la playa. Creo que es un mal (o tara) disperso en nuestra sociedad.
¿Tiene esto repercusiones en el desarrollo? Yo creo que si, y por eso lo escribo en este blog. A un sabio y muy conocedor amigo mío le pregunte varias veces: ¿por que cuando escuchas a los lideres chilenos (militares, políticos, empresarios) hablar de lo que quieren de su país existe siempre un común resonador? Por que los chilenos, por ejemplo, han podido articular una visión común y no lo hemos podido hacer en el Perú? Su respuesta siempre fue: "es que en Chile todos estos se conocen desde pequeños pues van a los mismos colegios". Una conclusión errada seria querer ser como Chile o mezclar obligatoriamente a los escolares. Sin embargo, me surge la pregunta: ¿cuáles son, para el Perú, esos espacios sociales comunes en los que en principio somos "diferentes" estrechamos amistades, aprendemos juntos y conversamos sobre el Perú?
Me preocupa ello pues tengo también la impresión que a pesar del relativo éxito económico de los últimos años, no hemos podido contribuir a disminuir esta tara, sino lo contrario. El gasto de bienes de lujo en el Perú ha aumentado muchísimo, así como propuestas políticas como Ollanta Humala han fortalecido sus bases. Nosotros los peruanos que vivimos o hemos vivido en el exterior y que somos conscientes de esta tara deberíamos hacer el intento de despertar a nuestra sociedad (empezar por nuestros amigos y familias) de lo perjudicial de ello para nuestro país.
Esta es mi verdad sobre lo que le falta al Perú.
1 comentarios:
Hola Carlos, Me parece interesante lo que comentas, y de hecho tengo la misma opinion acerca de lo que vez en nuestra sociedad. Sin embargo me parece que las raices de eso tienen solucion en otros campos. Mas educacion, mas cultura, mas diversidad en lo que se hace aqui, mas respeto a las leyes y a las personas, etc. Un problema que veo relacionado a lo que mencionas me parece que va el tiempo que nuestros compatriotas peruanos tienen para fijarse en lo que otro tiene/hace/o deja de hacer. Esa busqueda de diferenciacion, en mi opinion viene de no saber invertir el tiempo en algo mas constructivo, como leer, estudiar, ver una buena pelicula, o pasar un buen momento con la familia o amigos cercanos; en mi opinion, el Peruano asi como cualquier otra persona de este planeta, no tiene porque plantearse el ser diferente, me parece que eso obedece a no saber invertir el tiempo valioso.
Publicar un comentario