jueves, 30 de abril de 2009

Efectos de la crisis internacional en la economía peruana y formas de minimizarlos


Rodrigo Franco
Economista, Universidad del Pacifico
MBA, Stanford University
MPA, Harvard University

Al día de hoy no hay duda de que la crisis financiera que se originó en el mercado inmobiliario de EEUU tendrá efectos sobre las economías emergentes, incluida la peruana. El Perú enfrentará una desaceleración en su crecimiento. Esto no significa que no hayan formas de minimizar el impacto y sus efectos sobre nuestra economía. Sin embargo el punto mas determinante no será tanto la politica que se aplique como la velocidad con la que esta se implemente.
Hace poco más de un año The Economist indicaba que las economías emergentes no sufrirían tanto el efecto de la crisis internacional. El argumento indicaba que en el nivel interno muchas de estas economías tenían una demanda interna relativamente estable y que el crecimiento de las exportaciones, en su mayoría commodities, provenía de China e India y no de EEUU o Europa. En Octubre de 2008, el Ministro Valdivieso indicaba que en el 2009 el Perú crecería alrededor del 6.5%. Sin embargo, en los siguientes 3 meses la economía creció al 6.4%, 4.9%, y 3.1% respectivamente (en febrero la cifra es aun menor al margen de los errores estadísticos que puedan haber habido en el cómputo). Con estos niveles de crecimiento al inicio del año y una tendencia a la baja muchos economistas han ajustado sus proyecciones a la baja y ahora se habla más de un 3%.

Los mecanismos a través de los cuales el Perú, al igual que otras economías emergentes, se contagió son principalmente: 1) una contracción en el flujo de capital de los países desarrollados a los países emergentes, 2) una reducción en la demanda por productos provenientes de estas economías, y 3) el contagio de las expectativas de recesión a modo de self-fulfilling prophecy.

En los primeros 2 meses del año el crédito interno neto se contrajo en 3.4%. Los bancos no sólo han visto reducidas sus fuentes de financiamiento en el exterior sino que de manera preventiva han tomado una postura bastante más conservadora de lo necesario dadas las condiciones de la economía interna al momento. Muchos han reducido sus líneas de crédito y han ajustado la capacidad de crecimiento de las empresas. El mejor ejemplo de la menor demanda por parte de los países desarrollados se puede apreciar en el precio de los metales. En sólo 4 meses el precio del cobre cayo un 60% y el del zinc 50%! En los primeros dos meses del año nuestras exportaciones mineras disminuyeron 34% con respecto a los mismos 2 meses del año anterior. Pero el efecto no se da s´lo en nuestras exportaciones mineras, en el mismo período, las exportaciones no tradicionales disminuyeron 24%.

De manea simple la contabildidad del PBI se puede desagregar en Consumo, Gasto, Inversión, Exportaciones e Importaciones (Y = C + G + I + X – N). A la fecha, nuestras Exportaciones están disminuyendo y la Inversión no puede mantener sus niveles de crecimiento por motivos de expectativas y de capacidad de financiamiento. El mayor riesgo está, sin embargo, en que el Consumo interno decrezca en la medida en que las empresas toman medidas de austeridad adelantándose a una crisis que ahora sí esperan les llegue. Ante este escenario es bien fácil de determinar que el Perú tendrá una desaceleración considerable. Sin embargo, utilizando la misma fórmula contable podemos determinar que hay elementos con los que el gobierno cuenta para contrarestar los efectos de la crisis.

El primero es incrementar el Gasto/Inversión pública. El gobierno está focalizando sus esfuerzos en un plan de estímulo económico a través del desarrollo de infraestructura. Este ambicioso plan por más beneficioso y necesario que sea para para nuestra competitvidad a largo plazo, es difícil tenga los deseados efectos a corto plazo. El plan proyecta invertir unos US$6 billones pero no está claro el período de tiempo en el cual se podrá realizar. Y es de esperarse que en el proceso de determinación de los proyectos de inversión, licitación, selección, etc. se pierda más tiempo. Considerando que pasado el primer trimestre del 2009, solo se ha invertido un 8.8%, no sería poco probable que el gran porcentaje de la inversión se realice en el 2010 o incluso más adelante. Sin embargo la desacerelacion por el lado de las Exportaciones, Inversiones y quizá el Consumo ya empezó, por lo tanto, es necesario un estímulo que llegue a la economía lo antes posible. El problema con este plan es que no ataca el problema de fondo, las expectativas del sector privado y la caída de la demanda externa. Es necesario un plan que reactive la confianza del sector privado y su propensidad a invertir.

El gobierno, por tal sentido, no puede olvidarse de las otras variables (Consumo, Inversión y Exportaciones). La iniciativa del Congreso de exonerar en el corto plazo a los empleados del pago de EsSalud, ONP y AFPs puede tener algún impacto sobre el Consumo, pero tampoco será mayor. Una gran parte de la población se encuentra en el sector informal y, por tanto, es muy difícil de enfocar a través de políticas públicas. La actividad más sensible a una política pública es la Inversión. Si bien las tasas de interés han bajado, están lejos de los niveles internacionales. El Banco Central es independiente y tiene como único objetivo la inflación, por lo cual es poco probable que actúe en este sentido. Sin embargo, el gobierno podría buscar mecanismos alternativos para reducir el costo del capital, así como lo hizo en programas como MiVivienda. Una alternativa más heterodoxa, pero ampliamente usada en las exitosas economías asiáticas es la promoción directa a la inversion. El gobierno podría contemplar beneficios tributarios para las Inversión.

El tercer elemento clave es la implementación del TLC. Es necesario compensar la disminución de las exportaciones mineras (aprox. 60% del total) con otro tipo de exportaciones. La implementación del TLC brinda una oportunidad única de darle una inyección a esta actividad y proveer al sector privado de la seguridad necesaria para que realice las inversiones en este sentido. Tomará un tiempo hasta que los exportadores peruanos puedan llegar a enviar sus productos a EEUU; por esta razón, el TLC debe de ser implementado inmediatamente.

En conclusión, no hay duda de que la economía peruana sufrirá una desaceleración. El crecimiento del 2009 estará muy lejos el 9.8% alcanzado en el 2008. Está claro, sin embargo, que somos de los países mejor preparados para afrontar la crisis. Mientras en Perú estamos hablando de una desaceleración del 3%, en Chile y Brasil, por ejemplo, se prevée tasas negativas. Esto no implica, sin embargo, que no se deban de minimizar los efectos de la crisis sobre nuestra economía. Y con tal propósito, el gobierno debe de utilizar todas las herramientas que tenga a mano: política fiscal y política monetaria, así como un TLC con EEUU a punto de ser implementado. Dada la lentitud con la que estas herramientas se expresan es indispensable que se aceleren los procesos para que se lleguen a expresar en la economía real.

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